sábado, 31 de octubre de 2009

Elvira Lindo, los cromos y las madres

Hace algún tiempo lloré leyendo este maravilloso artículo de Elvira Lindo titulado El Pequeño Proust (por favor, no dejeis de pinchar el enlace y leerlo) . Lloré porque yo he sido una niña que iba al Rastro a comprar cromos de la mano de una madre que adora ese rincón madrileño donde todo se compra y todo se vende. Lloré porque yo soy una madre de las que va de la mano con sus hijos a esa misma Plaza del Campillo del Mundo Nuevo y, aunque lo disfruto, tambien siento la impaciencia de la que Elvira Lindo habla (sobre todo los días de calor). Afortunadamente, creo que estoy en el grupo de las "buenas" , como ella dice.


Esto viene a colación porque mi amiga Susana, tambien madre paciente donde las haya, ha tenido la genial idea de organizar algo similar, pero en un sitio más cercano a su círculo habitual y, además, con múltiples terracitas, para que sea más fácil compaginar el ocio de los niños con el de los padres del que habla el artículo, es decir, poder tomar, tranquilamente, el aperitivo con los amigos. Quién sabe si Susana no ha creado una nueva tradición madrileña y en el futuro alguno de nuestros pequeños Proust escriba, nunca desde el rencor, sobre esas maravillosas mañanas de domingo cambiando cromos en el Barrio de Chamberi.


Mientras tanto, aqui teneis los datos:


1 comentario:

Unknown dijo...

Qué tierno! Y mucha suerte para Susana y su estupenda iniciativa.
Carla